revista de divulgación del Instituto de Astrofísica de Andalucía

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NGC 3341: una fusión triple con un AGN en la galaxia enana

Observaciones en rayos X, óptico y radio apuntan a una activación del AGN debido a la interacción
Por Silbia López de Lacalle (IAA-CSIC)

La fusión de galaxias constituye un proceso esencial en la evolución del universo: se cree que las grandes galaxias se formaron a partir galaxias de menor tamaño, que actuaron a modo de ladrillos -de hecho, podemos ver ese proceso en la Vía Láctea, que está engullendo la galaxia enana de Canis Major-. Este tipo de interacción se conoce como fusión menor (del inglés minor merger) en contraposición a la fusión mayor (major merger), en la que colisionan dos galaxias de similar tamaño, y el estudio de sus consecuencias resulta elemental para comprender el estadio actual en el que se hallan las galaxias. Por ejemplo, se sabe que las fusiones menores afectan a la tasa formación estelar y la morfología de las galaxias, así como al crecimiento de los agujeros negros supermasivos y a su posible activación, a través del desplazamiento de gas hacia sus cercanías, para dar lugar a un núcleo activo de galaxia (AGN).
Para aportar un poco de luz sobre las fusiones menores, un grupo internacional de astrónomos, en el que participa el investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) Miguel Ángel Pérez Torres, ha realizado un estudio de NGC 3341, un sistema triple en proceso de fusión, que incluye observaciones en buena parte del espectro electromagnético (rayos X, óptico y radio). Este objeto, que consta de una galaxia principal y dos galaxias enanas (NGC 3341B y NGC 3341B) ya inmersas en el disco de la primera, resulta interesante no solo porque constituye un ejemplo de fusión menor, sino también porque se había detectado, en la galaxia NGC 3341B, un AGN de tipo Seyfert 2 (lo que resulta poco habitual, ya que en este tipo de sistemas el núcleo activo suele hallarse en la galaxia principal).

NGC 3341

Así, y dado que se cree que la mayoría de las galaxias alberga un agujero negro supermasivo en su núcleo -aunque en muchos casos se hallan en letargo, como el de la Vía Láctea-, cabía la posibilidad de que NGC 3341 hospedara un AGN binario (dos núcleos activos ligados gravitatoriamente) o un AGN dual (dos núcleos activos dentro del mismo disco galáctico). Ambas posibilidades resultaban excitantes, ya que se han detectado muy pocos objetos de este tipo.
Un AGN “descolocado”
Sin embargo, el análisis de los datos en distintas frecuencias no ha arrojado evidencias de la existencia de un núcleo activo en la galaxia principal o en NGC 3341B. Aunque tampoco se descarta del todo que puedan existir, pero oscurecidos o muy débiles, los investigadores han centrado la discusión en la clara peculiaridad del sistema, que reside en el hecho de que el AGN se halle en una galaxia enana y no en la principal.
Los motivos que pueden explicar esta característica son varios. Podría ocurrir, como se sabe que ocurre en las fusiones mayores, que el agujero negro supermasivo se hallara originariamente en la galaxia principal y hubiera migrado debido a la velocidad impuesta por la fusión; también puede barajarse que la actividad en NGC 3341 sea independiente del proceso de interacción o, finalmente, que la actividad sí que haya sido en cierto sentido inducida por la misma. Dadas las características del sistema y la conocida influencia de las fusiones en la alimentación de los AGNs, los investigadores se inclinan por esta tercera posibilidad, y hacen hincapié en la necesidad de observar en detalle tanto NGC 3341 como otros objetos similares para comprender el papel de las fusiones menores, mucho más habituales que las mayores, en la activación de los AGNs y en la evolución de las grandes galaxias.