revista de divulgación del Instituto de Astrofísica de Andalucía

Deconstrucción

El Observatorio de Calar Alto

El Observatorio de Calar Alto (CAHA) está situado en la Sierra de Los Filabres (Almería). Hasta 2018 fue operado conjuntamente por el Instituto Max-Planck de Astronomía (MPIA-MPG), en Heidelberg (Alemania), y el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) en Granada. En 2019 se incorpora al complejo científico la Junta de Andalucía, en sustitución del socio alemán
Por Observatorio de Calar Alto

LOS TELESCOPIOS

El observatorio es una Infraestructura Científico Técnica Singular (ICTS) que cuenta con cuatro telescopios de 3.5, 2.2, 1.23 y 0,8 metros de apertura, que constituyen obras maestras de precisión optomecánica cuyos sistemas electrónicos y de control se han actualizado varias veces a lo largo de la historia. Pero ante todo, lo que mantiene Calar Alto en la vanguardia de la astronomía actual es la continua renovación de los instrumentos que se acoplan a los telescopios. La ingeniería, la ciencia y la empresa española participan también en estos desarrollos.


EL CIELO

El Observatorio de Calar Alto ha supuesto desde 1975 uno de los pilares del avance de la astronomía española y alemana. La calidad del cielo, las prestaciones de sus telescopios y la renovación continua instrumental y tecnológica lo mantienen en la primera línea de la astronomía mundial.
La calidad natural intrínseca del cielo nocturno en Calar Alto hace de este lugar el mejor en Europa para la observación astronómica. Alrededor de un 70% del tiempo es útil para la observación. 

EL UNIVERSO DESDE CAHA 

Las instalaciones del observatorio se hallan disponibles para la comunidad astronómica española y alemana. Los estudios desarrollados en Calar Alto abarcan desde el entorno más cercano, el Sistema Solar, hasta los confines del universo observable. Dado el carácter interdisciplinar y colaborativo de la astrofísica moderna, muchos de estos proyectos implican observaciones de apoyo para misiones espaciales y, en este ámbito, desde Calar Alto se ha contribuido con datos adicionales a las investigaciones efectuadas con los satélites CoRoT, Herschel, Deep Impact, Gaia o Rosetta, entre otros. 
Calar Alto es uno de los observatorios más productivos en cuanto a artículos científicos publicados en revistas internacionales con sistema independiente de revisión por pares.
Una parte del tiempo de observación se dedica a proyectos especiales, que se desarrollan a largo plazo y que cuentan con acceso garantizado a los telescopios e instrumentos durante varios años. En este ámbito destacó hasta el año 2010 el sondeo cosmológico ALHAMBRA, orientado al análisis de las propiedades del universo desde el entorno cercano hasta grandes distancias. Posteriormente se completó el gran trabajo observacional del sondeo CALIFA, que aplicó las técnica de la espectroscopía de campo integral a medio millar de galaxias seleccionadas del universo local, lo que ofrece información inédita sobre la estructura, evolución e historia de la formación de estrellas en estos grandes sistemas estelares, a la vez parecidos y diferentes a nuestra propia Galaxia. Actualmente están en curso las observaciones para el proyecto de vanguardia CARMENES, centrado en la investigación sobre planetas habitables en el universo.

INSTRUMENTOS Y PROYECTOS 

En los últimos años se han puesto en marcha nuevos instrumentos, como CARMENES y PANIC, destinados a la búsqueda de planetas de tipo terrestre y a la observación de gran campo en el infrarrojo respectivamente, así como CAFE, un espectrógrafo de alta resolución. El observatorio ha acogido también la cámara PlanetCam, desarrollada por la Universidad del País Vasco para el estudio de las atmósferas planetarias, y un “peine de luz”, un innovador instrumento desarrollado por el Instituto Leibniz de Astrofísica y el centro innoFSPEC para la calibración de los espectrógrafos.
El observatorio mantiene un acuerdo con la Agencia Espacial Europea (ESA) para el uso exclusivo y en remoto del telescopio Schmidt en su proyecto de búsqueda de cometas o asteroides cuyas órbitas los conducen a regiones cercanas a la órbita terrestre, conocidos como NEOs. Además, desde julio de 2014 el observatorio cuenta con una estación de detección de meteoros formada por cinco cámaras CCD de alta sensibilidad, desarrollado bajo la dirección científica de la Universidad de Huelva y con la colaboración del Instituto de Astrofísica de Andalucía.
En 2017 se firmaba un acuerdo con la Universidad de Pekín para el desarrollo, desde el telescopio de 2.2 metros, de un estudio intensivo de los agujeros negros supermasivos situados en la región central de las galaxias, que constituyen lo que se conoce como núcleos activos de galaxias y que se hallan entre los objetos más energéticos que existen en el universo.