revista de divulgación del Instituto de Astrofísica de Andalucía

Ciencia en historias

Carmen Morales Durán: Pionera en astrofísica en España

Por BENJAMÍN MONTESINOS (CENTRO DE ASTROBIOLOGÍA (CAB), CSIC-INTA. SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ASTRONOMÍA, PRESIDENTE

El día 16 de febrero de 2022 recibimos la triste noticia del fallecimiento de nuestra compañera Carmen Morales Durán. Carmen desarrolló prácticamente toda su carrera en el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), primero en los Grupos Científicos de la Comisión Nacional de Investigación del Espacio (CONIE, 1976-1990), y a partir de 1991 en el Laboratorio de Astrofísica Espacial y Física Fundamental (LAEFF), y en el Centro de Astrobiología (CAB, CSIC- INTA), hasta su jubilación. Carmen ocupó durante muchos años el puesto de Jefa de Área de Astrofísica en la División de Ciencias del Espacio de INTA. Carmen -Mamen para los más allegados- fue una de las pioneras de la astronomía en España, cuando esta disciplina comenzaba a despegar en nuestro país. Una compañera de su generación recordaba sus clases en la Facultad de Física de la Universidad Complutense de Madrid, dentro de la incipiente especialidad de astrofísica como profesora ayudante de Instrumentación Astronómica, con un trato muy cercano hacia los alumnos.


Demos algunas pinceladas de su carrera: cuando hace casi veinte años el concepto de los archivos astronómicos -sobre todo los de telescopios terrestres- era todavía bastante exótico, y el de un “observatorio virtual” prácticamente ciencia ficción, Carmen apostó por estas iniciativas y lideró el primer proyecto del Observatorio Virtual Español, hoy uno de los ejes del Departamento de Astrofísica del CAB, que alberga, entre otros, los archivos del Gran Telescopio Canarias (GTC) y de Calar Alto (CAHA), de misiones espaciales como el International Ultraviolet Explorer (IUE), COROT y la Optical Monitoring Camera de INTEGRAL, además de proporcionar servicios muy variados a la comunidad. Nada de lo alcanzado en los últimos veinte años en ese ámbito hubiera sido posible sin su apoyo.

Otro de sus hitos fue el trabajo como Investigadora Principal por parte española del instrumento EURD (Espectrógrafo Ultravioleta extremo para la Radiación Difusa), un instrumento que voló a bordo de Minisat-01, el primer minisatélite español, a mediados de los años 90. Este instrumento se diseñó y construyó a través de una colaboración entre el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) y la Universidad de California en Berkeley. El instrumento tenía una sensibilidad entre cien y mil veces mayor y una resolución espectral diez veces mejor que las de instrumentos similares anteriores en su rango de longitudes de onda (350 – 1100 Å). El centro de control y análisis de los datos de Minisat-01, bajo la dirección de Antonio Talavera, residía en el Laboratorio de Astrofísica Espacial y Física Fundamental (LAEFF) -hoy desaparecido, pero que fue germen del grupo de astrofísicos del CAB- un centro dependiente de la División de Ciencias del Espacio de INTA, donde el equipo dirigido por Carmen Morales en colaboración con José Francisco Gómez (actualmente miembro del IAA), y Joaquín Trapero (hoy en la Universidad de Victoria, Canadá), interpretaba los datos aportados por EURD.

Los objetivos científicos del EURD incluían el estudio de la radiación difusa en el ultravioleta extremo, originada principalmente en la fase caliente del medio interestelar, y del brillo atmosférico nocturno. El experimento también obtenía espectros de estrellas brillantes y, cada mes, el espectro de la Luna llena. Uno de los objetivos más atractivos de este instrumento era intentar confirmar o refutar la hipótesis formulada por Dennis Sciama, uno de los padres de la cosmología moderna, acerca de la naturaleza de la materia oscura, explicada gracias a la existencia de un neutrino masivo, cuya desintegración produciría emisión en el ultravioleta extremo, en el rango cubierto por EURD; los datos recogidos durante el periodo de vida de Minisat-01 fueron cruciales para descartar esa hipótesis. Los intereses científicos de Carmen Morales giraron siempre en torno a la física estelar (estrellas calientes, variables luminosas azules –o LBVs, de su nombre en inglés-) y a las características del medio interestelar, como la extinción.

Entre las condolencias recibidas desde la comunidad astronómica española, es una constante el agradecimiento de muchas astrónomas jóvenes a quienes Carmen abrió la primera puerta para iniciarse en esta apasionante disciplina, destacando su esfuerzo para realizar una carrera científica y a la vez conciliar su trabajo con la vida familiar. Por encima de su carrera investigadora, todos los que tuvimos la suerte de conocerla o compartir lugar de trabajo con ella coincidimos en resaltar su bondad, generosidad y carácter afable, y su sonrisa perenne. La recordaremos como una gran persona, que es lo mejor que se puede decir de alguien.